ace unos meses Guada Aballe me hizo llegar 43 fotografías que tomó durante la exposición “Carlos Gardel. Del Hombre al Mito” que la Fundación de Industrias Culturales Argentinas (FICA) realizara en 2011 en el "Centro Municipal de Exposiciones" de Figueroa Alcorta y Pueyrredón, en el marco del Festival Mundial de Tango que anualmente realiza la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Si bien formaba "parte de un ambicioso programa realizado para el rescate y puesta en valor del patrimonio cultural de todos los argentinos", ya hemos visto que no todos los documentos exhibidos eran tales: la fe de bautismo era una simple fotocopia fragmentada, el "prontuario" no figura en los registros de la Policía y la cédula fue una "reproducción artística" realizada a partir de una foto de "Mercado Libre".
En esta lamentable saga, hoy presentamos el capítulo dedicado a la tarjeta personal del Cantor:
Como si se tratara de la piedra Rosetta, la vitrina ostenta una reproducción de la tarjeta de Gardel realizada en 1985 y con un evidente error de imprenta: “Middeltawn” en lugar de “Middletowne”.
Ampliación de la imagen de la vitrina de la exposición de FICA
Estas reproducciones se hicieron con motivo del cincuentenario del accidente de Medellín y por entonces Bruno Cespi me obsequió una que
años más tarde quedó en manos de Rodolfo Zatti. En aquella conversación, el prestigioso
coleccionista me señaló el error de imprenta que menciono -y que obviamente no se encuentra en el original- y recuerdo que en su reverso tenía inscripta la imprenta (“El Cacique”) y creo -aunque no estoy totalmente segura-, la fecha.
Lejos de ser una pieza única, antigua y “de museo” que merezca formar parte de una exposición de la magnitud que promocionaba FICA y que merece el Festival Mundial de Tango, la
encontramos en el sitio de compra y venta “Todo Colección”, en venta por 12 euros en Zaragoza (España):
Obviamente, el vendedor especifica que se trata de un facsímil porque, en caso contrario, incurriría en un delito.
En la descripción del artículo, los detalles: cartulina de
10,5 x 6,5 cms., realizada por Artes Gráficas "EL CACIQUE".
Nótese que se trasluce la tinta de la inscripción del reverso.
Por otra parte, el nombre del hotel está borroneado posiblemente para disimular el error.
Cuando ya este artículo había sido publicado, el investigador y coleccionsita gardeliano Héctor Huet me hizo llegar las imágenes de la tarjeta que guarda en su archivo y que coincide en un todo con lo expuesto precedentemente:
Por otra parte, el nombre del hotel está borroneado posiblemente para disimular el error.
Cuando ya este artículo había sido publicado, el investigador y coleccionsita gardeliano Héctor Huet me hizo llegar las imágenes de la tarjeta que guarda en su archivo y que coincide en un todo con lo expuesto precedentemente:
En el reverso consta que se trata de un facsímil realizado en Buenos Aires y, aunque carece de fecha, la numeración del teléfono la ubica con anterioridad a 2000, año en que se incorporó el 4 precedente.
No es necesaria esta última imagen para darse cuenta de que esta reproducción no es absolutamente fiel al original, ya que ni Gardel ni nadie utilizaría una tarjeta personal que contuviera un error y, además, ninguna imprenta escribiría incorrectamente el nombre de un hotel de su propia ciudad e idioma. Citado con las más diversas variantes, es oportuna la foto que Terig Tucci publicó en “Gardel en Nueva York” (Webb Press, 1969) y en la cual se lee claramente “Middletowne”.
Es penoso seguir descubriendo y comprobando que se presentan como originales piezas que no lo son y -peor aún-, en eventos que convocan públicos multitudinarios de todas partes del mundo.
Como en oportunidades anteriores, hago un llamado a la prudencia y a la seriedad, aunque sé que no será escuchado por los amantes de las "reproducciones artísticas" que, una vez más, repudio en nombre del trabajo responsable.
Seguiré alertando a difusores, funcionarios, museólogos, responsables de Cultura, Turismo, Patrimonio y público en general, porque callar me convierte en cómplice.
Como en oportunidades anteriores, hago un llamado a la prudencia y a la seriedad, aunque sé que no será escuchado por los amantes de las "reproducciones artísticas" que, una vez más, repudio en nombre del trabajo responsable.
Seguiré alertando a difusores, funcionarios, museólogos, responsables de Cultura, Turismo, Patrimonio y público en general, porque callar me convierte en cómplice.
Ana Turón
Azul, mayo 21 de 2015
Actualizado el 4 de noviembre de 2015
Actualizado el 4 de noviembre de 2015