En diciembre de 2012 coincidimos en una videoconferencia que se proyectó en Roma con motivo de la celebración del Día del Tango realizada en la sede de la Embajada Argentina en Italia.
A partir de entonces y por tener amigos en común -entre quienes se destaca Diego Moreno-, nos contactamos por Internet y comenzamos a intercambiar información de Gardel.
En octubre de 2015 me distinguió con su visita y el obsequio de dos de sus libros, uno de los cuales ya tenía, aunque con los desgastes propios de su uso, por cuanto su reemplazo por un ejemplar flamante y autografiado me resultó por demás interesante.
Los libros del Dr. March que enriquecen mi biblioteca, dos de ellos autografiados.
Selfie en la que, pese a mis esfuerzos, no logré mostrar la tapa del libro que el Dr. March tenía en una de sus manos.