Tuvimos un encuentro breve, cálido y formal cuando recibí el "Gobbi de Oro" en la Academia Nacional del Tango y mostró su interés por conocer mi biblioteca y colección de libros.
El 19 de febrero de 2017 se produjo, finalmente, su visita. Nuestro vínculo se había fortalecido meses antes, cuando me hizo llegar un ejemplar de su obra "Acaricia mi ensueño", y el receso estival fue propicio para que se trasladara hasta Azul en un viaje que conjugara trabajo y distracción.
Así fue que compartimos una tarde, sin preocuparnos por la cámara que, implacable, impidió que el viento se llevara las palabras. Le hablé de mis maestros gardelianos, de circunstancias familiares que influyeron en mi formación, de libros curiosos y de la indiferencia oficial y la falta de apoyo para la apertura al público de este Museo del Libro.
Sometida a una edición profesional que extracta las partes sustanciales sin alterar el contenido, la charla se convirtió en dos videos, el primero de los cuales está disponible en su canal de YouTube.
El tiempo se vuelve breve cuando dos personas tienen un tema en común y, siendo mujeres, siempre resulta insuficiente. Por eso nos despedimos con la promesa de reencontrarnos para volver a compartir Unos Mates con Gardel: porque el Tango, Ayer y Hoy nos une.
En prueba de reconocimiento, obsequié a Claudia un juego de fotocopias de "Gardel. Su chamuyo al antioqueño", de Óscar Jaime Lema Tapia, obra muy difícil de conseguir en Argentina.