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omo es habitual en el Siglo XXI, conocí a Arturo Yépez por Internet y comenzamos a intercambiarnos e-mails gardelianos. Así supe que es dibujante, chileno -como su padre- y de madre argentina; que vivió en Buenos Aires, en Santo Domingo, Nueva York y finalmente se radicó en Puerto Rico, donde aún reside. Supe que conoció y entrevistó a amigos de Gardel como Terig Tucci y Spaventa, que descubrió a una de las "rubias de New York", que participa activamente en la asociación de Tango de Isabela, que difunde sus conocimientos y material a través de la radio.
De la misma manera, él fue enterándose de "Unos Mates con Gardel", de mis libros raros y de mi apasionada tarea. Y, sin haberme visto jamás, me obsequió ejemplares muy antiguos, casi imposibles de conseguir en estos tiempos y en estos lares.
Había nacido una amistad, y en esa confianza en 2016 me envió espontáneamente el borrador de su libro con la intención de que en su viaje a Argentina nos reuniéramos para debatir algunos puntos.
En las primeras horas de la tarde del sábado 1 de octubre llegó a esta ciudad de Azul. En nuestro breve paseo por el centro y merced a la acostumbrada predisposición del Ing. Marcos Zuccato, ingresamos al Teatro Español, durante el ensayo general de "El Principito" que se ofrecía esa noche. Inmediatamente vinimos a trabajar en su libro y nos sumergimos en los papeles hasta que su cansancio por el viaje y el dolor de mi pie esguinzado nos llamaron a la realidad.
A la mañana siguiente volvimos a reunirnos y continuamos "gardeliando" hasta mediatarde, hora de su regreso.
Camino a la Terminal, tomamos un helado y visitamos el monumento a Gardel (cuyo estado no refleja el amor, la dedicación ni el respeto que muchos azuleños sentimos por su figura y su trayectoria, pero no es tema para desarrollar aquí).
Gracias, Don Arturo, por su visita, por compartir conmigo el proyecto de un libro inconcluso, por los dibujos que dejó en el "Libro de Visitas" y por su generoso trabajo de difusión de sus experiencias!
