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El estilo "Amargura" nació en Catamarca

 

y NO SE LLAMÓ “EL FLORIDENSE”

 

 

 




l primer repertorio de Carlos Gardel estuvo compuesto por canciones folklóricas de origen desconocido, cuando no había protección para la propiedad intelectual. Ante el requerimiento de las empresas discográficas muchas veces se atribuyeron sus autorías a los intérpretes, dejando a los verdaderos creadores inmersos en el olvido. Por eso, al rectificar información errónea contribuimos a saldar una deuda moral y artística con aquellos hacedores de nuestro cancionero popular.

Cuando en 1917 Gardel grabó el estilo "Amargura", su  nombre y el de Razzano quedaron impresos como responsables de música y letra en la etiqueta del lado B del disco 18008 del sello Nacional Odeon.  

Con el acompañamiento de “tres guitarras” (José Ricardo, José Razzano y la suya propia), entonó con su voz todavía atenorada y un sentimiento que siempre nos emociona:

 

Llora el ave cuyo nido
en la noche, llevó el viento.
Cuán amargo es su lamento,
como triste es su gemido.
Profunda la pena ha sido,
mas torna luego a anidar,
y cantando sin cesar
vive feliz y contenta.
Ya el ave no se lamenta,
ni tiene por qué llorar.

Yo, más infeliz que el ave,
más infeliz que el rosal,
no hallo remedio a mi mal
pues nadie curarlo sabe.
Cuanta desventura cabe
en un hombre, en mí han de hallar.
Nací para atesorar
de la vida, las congojas.
Soy rosal sin flores ni hojas
y canto por no llorar.


 




Hoja mecanografiada por Razzano y primera partitura
Las décimas habían llegado de memoria, sin título, subtítulo ni autores. Razzano las copió a máquina, las encarpetó con los otros versos y llevó a la editorial para imprimir la partitura. Por estos documentos comprobamos que Gardel omitió la primera estrofa y en la que quedó en primer término reemplazó “cansada de penar” por “cantando sin cesar”, modificando el sentido del séptimo verso. El cambio fue acertado, en consonancia con el “vive feliz y contenta” que sigue y más acorde con la poesía original que, según veremos, decía “después de tanto errar”. 





El estilo gustaba y merecía quedar inmortalizado en la cera de los discos. Así, el 12 de mayo de 1917 el sello Victor registró la versión de Ignacio Riverol con el acompañamiento de la guitarra de Horacio Pettorossi, aunque en la etiqueta erróneamente se menciona la orquesta típica Loduca-Fresedo. También aquí figuran Gardel y a Razzano como autores y la diferencia más notoria reside en que incluyó la primera estrofa.  

      
Dos versiones contemporáneas: La de Gardel (sello Odeon) y la de Ignacio Riverol (sello Víctor)

Tanto la partitura como publicaciones de la época[1] indicaban que el estilo formaba parte “del repertorio Gardel-Razzano”, sin mencionar autores de la letra ni de la música. Recién en 1922[2] los versos fueron atribuidos a Andrés Cepeda.

Partitura publicada en la revista "Atlántida" de Bs. As. en 1919



En 1931 Gardel lo reincorporó a su repertorio. "Días antes de debutar en el cine 'Broadway' (es decir antes del 11 de septiembre), ... debió hacer una diligencia en Rosario ... y fui a saludarlo al hotel", recordó Lito Bayardo años más tarde.

 -Me venís al pelo porque ando de paso por unas horas. Decime, por casualidad, ¿vos tenés un disco con un estilo que yo grabé hace una punta de años y se titula 'Amargura'? ... Si lo tenés, avisame porque lo quiero oír, porque me gustaría grabarlo de nuevo, ya que ahora me voy a tirar un lance en el cine y necesito varios temas criollos libres de contratos.

Efectivamente, en mi negocio de música encontré el disco...."

Destacamos en negritas la frase que deja en claro que en 1931 "Amargura" no estaba sujeto a derechos por tratarse de versos de autor anónimo y música de Gardel-Razzano. La atribución a diversos letristas carecía de respaldos. 

Gardel lo escuchó en Rosario y hay indicios de que lo cantó en alguna de sus presentaciones en Buenos Aires. Ya en Francia, lo interpretó durante la transmisión especial para Argentina que realizó Radio Colonial de París, según le escribió Armando Defino en una de sus habituales cartas[3]: “A propósito de radio. El 25 de mayo (…) escuchamos la transmisión francesa en la que tú colaboraste (...) no obstante haber sido deficiente la transmisión. Esta era sumamente clara cuando se trataba de conversación, pero fallaba algo en cuanto se trataba de Canciones, sobre todo al levantar la voz. Esta falla se notó mucho en las dos sopranos que cantaron antes que ti desde que tenían oportunidad de lucirse en las voces altas. Me lo explico creyendo que sea defecto de técnica. De las dos canciones que tú transmitiste la que más claramente se oyó fue “Mano a Mano”, adoleciendo “Amargura” del defecto que dejo dicho. He notado que en este último estilo has introducido algunas modificaciones que lo hacen interesante y novedoso lamentando únicamente que no haya sido la transmisión todo lo clara que fuera de desear para así haberlo apreciado con más autoridad”.


Carta de Armando Defino a Gardel (Bs. As., 3 de junio de 1932)


Defino todavía no era su representante artístico y por lo tanto no tenía un conocimiento profundo de su repertorio ni participaba de los ensayos, pero reconoció de inmediato algunas modificaciones, claro indicio de que Gardel lo habría cantado en Buenos Aires en 1931 a su regreso de Rosario[4] y que las innovaciones debieron ser fundamentalmente musicales, ya que las fallas técnicas habrían impedido apreciar cambios en la letra, salvo que fueran sustanciales. También es posible que resultara interesante y novedoso en comparación con el disco, aunque cuesta creer que en los años ’30 se escucharan las grabaciones de 1917, inferiores técnica y artísticamente.

Partitura de 1936


Al asociarse con Alfredo Le Pera -quien le escribiría los versos "a medida"-, Gardel ya no necesitaba "temas criollos libres de contratos" para sus películas, pero es posible que mantuviera la intención de grabar "Amargura", tal como hizo al año siguiente con varias piezas de su primera época. Tampoco sería extraño que lo interpretara en radio, como hicieron Teófilo Ibáñez y Armando  Barbé en 1933. El 9 de octubre de 1936 quedó impresa la destacada versión de Mercedes Simone[5] con el acompañamiento del “Trío Típico” (Oscar Kohan en violín, Roberto Garza en bandoneón y su director Sebastián Piana al piano). Aquí también se menciona la autoría de “Gardel-Razzano”, omitió la primera estrofa y las leves modificaciones que encontramos en la letra, provienen de la partitura.  

   


Dos partituras de 1941 demuestran
el interés del público por este estilo.

Otra versión casi olvidada corresponde a la registrada el 11 de mayo de 1939 por el trío Ciriaco Ortiz, que testimonia la vigencia de este tema del cancionero gardeliano. 

En 1945, Hugo del Carril lo interpretó en “La Cabalgata del Circo” (Dir. Mario Soffici y Eduardo Boneo) con la letra que en 1922 se atribuyó a Cepeda, aunque los créditos de la película mencionaron la autoría de “C. Gardel – J. Razzano”.

Resulta novedosa la participación de Libertad Lamarque, ya que el estilo pampeano no admite dúos -y mucho menos femeninos-, como así también los versos elegidos: La primera parte de la primera estrofa (que Gardel había omitido en su grabación aunque figuraba en la partitura y en la carpeta mecanografiada por Razzano) y la segunda parte de la segunda décima, con leves modificaciones.  

Para una mejor comprensión, señalamos en colores:

Dice la partitura:                               Cantan Del Carril-Lamarque:

Soy joven, pero en mi frente

Llevo la luz del destino

Y a paso sigo el camino

Quizás será el de la muerte

Triste y fatal es mi suerte

Y terrible mi cadena

Más con mi frente serena

Quiero a la muerte seguir

Porqué no puedo vivir

Rodeado de tanta pena.

 

Llora el ave cuyo nido

En la noche llevó el viento

Cuan amargo es su lamento

Como triste en su gemido

Profunda la pena ha sido

Mas torna luego a anidar,

Y cansada de penar

Vive feliz y contenta

Ya el ave no se lamenta

Ni tiene por qué llorar.

 

 

Soy joven pero en mi frente

Llevo la cruz del destino

Y a paso sigo el camino

Tal vez sea el de la muerte

Triste y fatal es mi suerte

De tanto sufrir y andar

Y cansado de bregar

Vivo feliz y contento*

De nada ya me lamento**

Ni tengo por qué llorar.

 

Libertad Lamarque:

*Yo voy feliz y contenta

**Ya mi alma no se lamenta

 


No hemos encontrado grabaciones posteriores a esta fecha. Nelly Omar lo conservó en su repertorio e interpretó en audiciones radiales, pero poco a poco “Amargura” pasó a formar parte de un pasado que solo interesaba a un selecto grupo de coleccionistas e investigadores. Así, el primer estudio sobre la discografía de Gardel -Boris Puga (Montevideo 1969 y 1970)-, consistió en un registro con información técnica tomada de discos originales y archivos de diversos países[6]. En este punto, es importante subrayar que al estilo que nos ocupa no se le consignó subtítulo, lo que sí sucedió con otros temas.


Página de la discografía de Boris Puga (2da edición, 1970)






Seguramente con posterioridad a la publicación del ese trabajo, llegó a manos de su autor la partitura musical de “El Floridense” de Leopoldo Díaz que incluye letra, actualmente en la Biblioteca del Tango “Boris Puga” de Montevideo.


Captura de la página de AGADU con información de la partitura de "El Floridense"



Hasta que localizamos esta partitura, solo sabíamos que  “Los versos de este tema ­[Amargura] pertenecen al poeta uruguayo Enrique Maciel Villegas y fueron musicalizados por su compatriota el maestro y compositor Leopoldo Díaz. Son, en total, cuatro décimas. Lo titularon ‘El Floridense’ y fue dedicado a la Sociedad La Criolla de Montevideo en los últimos años del Siglo XIX. De estos versos, Carlitos tomó las dos últimas décimas y, después de colocarle una melodía completamente distinta, lo cantó y registró con el título de ‘Amargura’…[7]


Ahora, frente a este documento musical, es posible conocer la letra completa: 

            EL FLORIDENSE
                             - estilo -

            1
No encuentro en el mundo un ser
más desdichado que yo,
creo que me recibió
la desventura al nacer.
Partitura de "El Floridense" 
Corro en busca del placer
y el dolor se ceba en mí
triste y humilde nací
y cansado y solitario
solo recuerdo el calvario
de las penas que sentí.
 
            2
Del invierno con el frío
sus hojas pierde el rosal
y presa de oculto mal
mustio lo encuentra el estío;
pero si lo riega el río,
si lo cuidan con amor,
vuelve de luego el calor
hace a la planta brotar
y por fin le vemos dar
una flor tras otra flor.

            3
Llora el ave cuyo nido
en la noche llevó el viento
¡Cuán amargo es su lamento!
¡como triste su gemido!
Profunda la pena ha sido
mas torna luego a anidar
y cantando sin cesar
vive feliz y contenta
ya el ave no se lamenta
ni tiene por qué llorar.

            4
Yo, más infeliz que el ave,
más infeliz que el rosal
no hallo remedio a mi mal
pues nadie curarlo sabe.
Cuánta desventura cabe
en un hombre, en mí han de hallar,
nací para atesorar
de este mundo las congojas,
soy rosal sin flores ni hojas
y canto por no llorar.

            Enrique Maciel Villegas




Este documento explica el subtítulo que tantos autores mencionan, aunque plantea otros interrogantes: 

Solo en su edición de 1976 Miguel Ángel Morena se refirió a "Amargura (El Floridense)", ya que a partir de la segunda y subsiguientes decidió eliminar toda mención al estilo uruguayo. En cuanto a los letristas, en esa primera edición mencionó al Dr. Elías Regules[8], confusión que se produjo porque a sus instancias se fundó la Sociedad La Criolla de Montevideo el 25 de mayo de 1894 (fecha que marca un punto de partida al datar la partitura). Entre 1983 y 1998 inclusive reemplazó a Regules por Andrés Cepeda –estos versos formaban parte del libro que compila sus versos- y recién en 2008 Morena señaló la autoría a Enrique Maciel Villegas, aunque no volvió a mencionar el subtítulo.   

Por su parte, el sitio web “Por siempre Gardel” señala desde principios del siglo XXI la existencia de dos obras: “Amargura”, de Enrique Maciel Villegas y “L. Díaz”, y un homónimo al que adicionaron “El Floridense” seguramente para evitar confusiones, de Cepeda, Gardel y Razzano.


Captura de pantalla del sitio "Por siempre Gardel"


La confusión de los autores no se limitó a los ya nombrados y por los años ‘40 se incluyó a Alfredo Le Pera. El error provenía de SADAIC, según lo informó en un listado sin fecha, aunque posterior al 22 de marzo de 1946. Desde la entidad confirmaron la autenticidad del sello y la firma de Juan Carlos Padula, pero no ha sido posible determinar quién declaró esa autoría el 22 de octubre de 1939 ni tampoco cuándo y por quién fue rectificada.


Planilla que documenta el desconocimiento de nuestro cancionero popular



Solo dos personas pudieron realizar ese trámite de inscripción: José Razzano en su carácter de compositor y José Le Pera, heredero de los derechos de Alfredo. La balanza se inclina hacia este último, quien pudo haberlo escuchado durante su viaje a Francia (en 1932, justamente cuando Gardel lo cantó por radio en la transmisión ya referida) y por esa razón suponer que los versos correspondían a su hermano, o simplemente confundirlo con el tango homónimo, omitido en ese listado junto con otros títulos (“Amores de Estudiante”, “Carillón de la Merced”, “Sol Tropical”, “Por tus ojos negros”)[9].

Lo cierto es que a partir del 22 de octubre de 1939 las regalías producidas por este estilo beneficiaron a la familia Le Pera.

Es posible que éste haya sido el detonante para que ese mismo año Francisco Bianco publicara las poesías de Andrés Cepeda que había heredado de su tío Raymundo. Al pasar de una mano a otra, se entremezclaron versos que no le pertenecían pero tenía en su repertorio y así como el estilo “La Mariposa” no era de Cepeda ni se llamó "Gorjeos", “Amargura” transitó un camino similar.

La búsqueda nos llevó muy lejos de la llanura pampeana. En el libro Antiguos Cantos Populares Argentinos (Cancionero de Catamarca) (Buenos Aires, 1926), clasificados según su forma estrófica (Romances, canciones y coplas), por su contenido (Históricas, religiosas, amatorias, festivas, etc.) y por las regiones de donde fueron recogidas, Juan Alfonso Carrizo[10] nos ofrece una información por demás valiosa.


Portada y una página interior del libro que demuestra el origen catamarqueño de "Amargura"


     

 Entre las “Sentenciosas”,   bajo el número 95, encontramos:

SOY JOVEN PERO EN MI FRENTE

Soy joven pero en mi frente

Llevo la luz del destino

Y a pasos sigo el camino,

Quizás será el de la muerte.

Triste y fatal es mi suerte

Y terrible mi cadena,

Mas con mi frente serena

Quiero en la ruta seguir,

Porque no puedo vivir

Rodeado de tanta pena.

 

Llora el ave cuyo nido

En la noche llevó el viento,

Tan amargo es su lamento

Como triste su gemido.

Profunda la pena ha sido

Mas torna luego a anidar,

Y después de tanto errar

Vive feliz y contenta,

Ya el ave no se lamenta

Ni tiene porque llorar.

 


Yo, más infeliz que el ave,

Más infeliz que el rosal,

No hallo remedio a mi mal,

Pues nadie curarlo sabe.

Cuanta desventura cabe

En un hombre, en mí han de hallar,

Nací para atesorar

De la vida las congojas,

Soy rosal sin flores ni hojas,

Que canto por no llorar.

 

Cantando por no llorar

Los males de mi tormento,

No he tenido ni un momento

Alegre, en mi soledad.

Porque tormentos y males

Sólo a mi presencia van,

Y en furiosa tempestad,

Se agita en mí el alma mía,

Y sólo la tumba fría

La ha de poder apagar.



 

Distribución geográfica
del cancionero popular catamarqueño
La nota al pie resulta de especial interés: “Me decía un señor Gordillo de Capayán que esta canción la cantaba el cieguito Barros, allá por los años de 1890 o antes”[11], es decir que cuando se imprimió la partitura montevideana esos versos ya llevaban como mínimo un lustro en labios catamarqueños. Nótese que no atribuye la autoría al “cieguito Barros” por cuanto su antigüedad podría ser aún mayor a esa fecha y su creador, totalmente desconocido.



Como vemos, hay dos estrofas que años más tarde fueron publicadas en la partitura de “El Floridense”; sin embargo, la portada de este estilo solo menciona al autor de la música, dejando entender que no se trató de una obra conjunta de ambos autores sino de dos creaciones independientes
. Así, es posible que Maciel Villegas haya utilizado para "sus" versos la música y por ende el título de Leopoldo Díaz. En cambio, Gardel y Razzano crearon otra melodía “totalmente distinta” que bautizaron “Amargura”, por cuanto no habría razón para unificar ambos títulos.

 


Capayán, cuna de "Amargura"
 
Capayán es un departamento de 4.284 km² que limita al sur y oeste con la provincia de La Rioja;​ está dividido en 12 distritos, uno de ellos, Villa de Capayán, en la falda sudoeste de la Sierra de Ambato, a 45 km de la capital provincial  y a unos 1.600 km de la ciudad de Buenos Aires.



No hay registros de que Gardel haya viajado a esa provincia, aunque debió conocer esos versos en sus andanzas juveniles por el interior del país. Si los hubiera aprendido en Buenos Aires o Montevideo por la grabación de Francisco Piris (1910/11 - ERA Gran Record), o por Andrés Cepeda[12], Elías Regules[13], Enrique Maciel Villegas[14] o su hijo el “Negro” (célebre por sus obras con Blomberg)[15], habría atribuido la autoría de los versos a alguno de estos cantores y no habría afirmado que se trataba de una canción "libre de contratos" para incluir libremente en sus películas. 

Al pasar de boca en boca, los versos y el ritmo musical fueron sufriendo modificaciones, hasta convertirse en un estilo representativo de la llanura pampeana que Gardel sigue cantando cada día mejor.



Ana Turón

Azul, julio 25 de 2024

Actualizado el 31 de julio de 2024


 

 

Agradecimientos:

Sr. Hernán Volpe (SADAIC)

Sra. Estela Magnone Ibarburu (AGADU)

Coleccionistas Carlos Ríos, Pablo Taboada, Fabio Cernuda y Ricardo Stockdale

 

        

FUENTES CONSULTADAS:

Libros:

ARIAS, Pedro – CAPRISTO, Leonardo – Carlos Gardel. Compilación Poética. Estudio Cronológico. Ed. Corregidor, 2003.

AA.VV.: Todo Gardel – Guía de Audición. Ed. Altaya, Madrid, 2001

BAYARDO, Lito - Mis 50 años con la Canción Argentina. Bs. As., 1977

BIANCO, Francisco – Las Glorias de Andrés Cepeda. Bs. As., Ed. Caymi 1958

CARRIZO, Juan Alfonso - Antiguos Cantos Populares Argentinos (Cancionero de Catamarca). Buenos Aires, 1926

DE SANTIS, Carmelo Domingo – El más completo cancionero Gardeliano… y algo más. Ed. Dunken, Bs. As., 2017

DEL GRECO, Orlando – Carlos Gardel y los Autores de sus Canciones. Ed. Akian, 1990

FONTEVECCHIA et al. – Gardes-Gardel. La Verdad de una Vida. Bs. As., Ed. Perfil, 1979

LEMA TAPIAS, Óscar Jaime – Carlos Gardel. Su chamuyo al antioqueño. Medellín, 2004.

LEFCOVICH, Nicolás. Estudio de la Discografía de Carlos Gardel. Ed. Del autor, 1988

MORENA, Miguel Ángel – Historia Artística de Carlos Gardel. Estudio Cronológico. Bs. As.,  Freeland, 1976; Corregidor, 1983, 1985, 1990, 1998 y 2008

PUGA, Boris – Carlos Gardel. Discografía. Guía de información especializada para coleccionistas y estudiosos. 2da. Edición. Cuadernos de Tangueando N° 7. Montevideo, 1970

 

Revistas y Cancioneros:

“Atlántida”, Año II - N° 46 (Bs. As., 1919)

“Canciones Populares”, Año I - N° 2 (Bs. As., 1921)

“Canciones Populares”, Año I - N° 9 (Bs. As., 1922)

 

Internet:

https://cervantesvirtual.com/

http://gardel.unsl.edu.ar/discografia.htm#indice

https://www.sadaic.org.ar/

http://agadu.org/

https://i0.wp.com/www.tangos78rpm.com/wp-content/uploads/2023/02/AMAR.png?w=1080&ssl=1

https://ana-turon.blogspot.com/2022/03/la-mariposa-no-era-de-cepeda-ni-se.html

https://adp.library.ucsb.edu/index.php/mastertalent/detail/208558/Riverol_Ignacio

Youtube: Gardel Radio

Youtube: Mercedes Simone: Tema

Archivo personal Ana Turón, Carlos Ríos,  Fabio Cernuda y Ricardo Stockdale.



[1] Revista “Atlántida”, Año II - N° 46 (Bs. As. 1919) , “Canciones Populares”, Año I - N° 2 (Bs. As.)

[2] “Canciones Populares”, Año I - N° 9 (Bs. As.)

[3] Carta fechada en Buenos Aires el 3 de junio de 1932.

[4] A su regreso de Rosario, Gardel se presentó diariamente en dos funciones en el cine-teatro Broadway desde el 11 de septiembre hasta el 1 de octubre. El 2 se presentó en Radio Nacional y el 3 en LP6 Radio Casa América. Del 6 al 21 de octubre se presentó en Montevideo y el 28 embarcó rumbo a Europa.

[5] Disco Nacional 11311a - Nº de matriz: 8788

[6] Argentina, Estados Unidos, España, Uruguay, Inglaterra, Francia, Italia y Cuba

[7] TODO GARDEL. Ediciones Altaya, 2001. Guía del Oyente fascículo 2.

[9] José Le Pera vivía en Italia, donde el 24 de abril de 1935 nació su hijo Sergio. Dos meses más tarde, al producirse el accidente aéreo que costó la vida de Gardel y su comitiva artística, debió ocuparse de la precaria salud de sus padres (que residían en Buenos Aires), de la investigación de las causales de muerte y sucesión de su hermano Alfredo, para lo cual realizó prolongados viajes a Colombia, Estados Unidos y, obviamente, a la capital argentina, donde recién en 1937 logró repatriar los restos del poeta de Gardel. Así, en medio de engorrosos trámites legales, el dolor por la pérdida, la responsabilidad de su hogar y un sinfín de etcéteras, resulta comprensible el error que quedó plasmado en SADAIC.  

[10] Nació en San Antonio de Piedra Blanca (hoy Fray Mamerto Esquiú), Catamarca, el 15 de marzo de 1895. Estudió en la Escuela Normal de la capital de su provincia, donde obtuvo su título de maestro. Radicado en Buenos Aires, ejerció la docencia en el Consejo Nacional de Educación y en instituciones privadas. En 1926, luego de publicar el libro que nos ocupa, se dedicó a recorrer las provincias del Noroeste para recoger sus expresiones musicales folklóricas y publicó los cancioneros de Salta (1933), Jujuy (1935), Tucumán (1937) y La Rioja (1942). En 1941 recibió el Tercer Premio Nacional de Historia; en 1947, la Encomienda de Alfonso X el Sabio y, en 1945, el Primer Premio Nacional de Literatura. En 1937 fue incorporado a la Academia Argentina de Letras y fue Director del Instituto Nacional de la Tradición desde su fundación en 1943 hasta 1954. Falleció en Beccar el 18 de diciembre de 1957.

[11] La fecha es anterior a la de la partitura de “El Floridense” atribuida a Enrique Maciel Villegas. 

[12] Lo menciona Miguel Ángel Morena a partir de la edición de 1983 hasta 1998 inclusive, Nicolás Lefcovich (1988), Arias y Capristo (2003), Del Greco (1990)

[13] Lo mencionan como autor de “Amargura”: Miguel Ángel Morena (1976), Fontevecchia (1979)

[14] Morena en su edición de 2008.

[15] Óscar Jaime Lema Tapias señala como autores de “Amargura” a Enrique “Negro” Maciel y Leopoldo Díaz Vélez, quien nació el mismo año de la grabación de Gardel. Maciel vivía con Francisco Martino, por cuanto pudo haber transmitido a Gardel los versos que cantaba su padre.