Por tratarse de datos ficticios, no contaba con ninguna documentación que los respaldara, de manera que realizó sus declaraciones en presencia de dos testigos del acto administrativo, pero no del nacimiento que se registraba.
Fue entonces cuando el Cónsul Bernardo Milas le otorgó el certificado N° 10.052, acreditando su nueva identidad.
La presentación fue voluntaria y obedeció a razones que Juan Carlos Esteban analizó en profundidad [1] :
1) Infracción a las leyes argentinas, por no haberse enrolado en 1908, al cumplir los 18 años.
2) Infracción a las leyes francesas, por no haber acudido al llamado a las armas en 1914.
La situación se agravaba por las rigurosas “Ley de Residencia” y “Ley de defensa social” vigentes en nuestro país que, en busca del orden y la paz social, imponían frecuentes estados de sitio y repatriaban a todo extranjero que incumpliera mínimamente cualquier norma.
Por su parte, en la República Oriental del Uruguay regía la Ley 3028/06, tendiente a brindar auxilio y protección a sus compatriotas residentes en el extranjero, hecho que explica las razones por las que Gardel debió declararse nacido en ese país para acogerse a sus beneficios.
Los alcances de la Ley 3028/06 y del Certificado 10.052 fueron exhaustivamente desarrollados por el mencionado investigador, de cuyos trabajos extraemos conceptos fundamentales para este trabajo:
1) Era válido por un año, lapso en el que el beneficiario debía presentar “Partida de Nacimiento o Eclesiástica legalizadas por el consulado del país del que es oriundo”.
2) Se trataba de un documento interno, restringido al ámbito consular.
3) Para alcanzar sus beneficios, era necesario estar inscripto en el Registro de Nacionalidad del Consulado (art.N.82) y en el Registro Civil (art.N.79).
“De modo que este "Salvoconducto" o Matrícula que obtuvo Gardel no era otra cosa que ‘un documento expedido por una autoridad para que el que lo porte, pueda transitar sin riesgo por donde aquella es reconocida’, conforme lo define la doctrina en la materia y su etimología” [2].
Tan fácilmente se accedía a estos “documentos”, que los del grupo anarquista encabezado por el catalán Durruty que llevó cabo acciones revolucionarias en América del Sur, también señalaba a Uruguay como su lugar de origen.
Queda así explicado el motivo por el que Gardel se declaró nacido en Uruguay. De ese país, eligió Tacuarembó porque allí vivía José “Cielito” Traverso, a quien conocía del Abasto y, además, era hermano de su entrañable amigo Yiyo y de Constancio, influyente caudillo conservador.
Para obtener el Registro de Nacionalidad se admitía provisoriamente la declaración ante dos testigos preferentemente uruguayos, de manera que Gardel se presentó con Juan Laguisquet, ex funcionario policial que seguramente le allanó el camino en aquel submundo administrativo, y con José Razzano, su amigo y compañero artístico desde 1911. Sin embargo, “Pepe” contradirá el contenido de esas declaraciones en numerosas oportunidades mencionando el origen francés de Gardel. Para este trabajo hemos optado por una de página de su libro “Vida de Carlos Gardel”, editado en Argentina, España y México en 1946, 1947, 1949, 1951 y 1953.
Nótese que Razzano confundía el año de nacimiento de Gardel y le atribuyó el declarado en el Consulado Uruguayo el 8 de octubre de 1920, lo que permite suponer que no conocía en profundidad la situación y sólo accedió al llamado de su amigo sin indagar demasiado en lo que consideró una travesura inocente. El mismo error desmiente la posibilidad de que Armando Defino haya influido para que Razzano contradijera el contenido del Certificado uruguayo: De ser así, habría mencionado 1890.
Para el resto no fue necesaria mucha imaginación: Gardel tomó para sí el año de nacimiento de Razzano (1887), bautizó a su “padre desconocido” con su propio nombre (“Carlos”) y mantuvo el primero de su madre (“María”), dejándola al margen de la situación al declararla fallecida. De esta manera evitó que le solicitaran los datos personales de rigor que habrían dejado al descubierto la identidad de Marie-Berthe Gardes y levantado sospechas sobre la suya.
Así, en todos los documentos posteriores al 8 de octubre de 1920, Charles Romuald Gardes o Gardés (Toulouse, 1890) fue mencionado como Carlos Gardel (Tacuarembó, 1887).
Pero al no existir relación entre el cantor “Gardel” y el niño “Gardes” o "Gardés" de Toulouse, tampoco tenía vínculo alguno con la señora Marie-Berthe Gardes. Por esta razón, Gardel decidió poner en orden sus papeles y eligió el testamento con el objetivo de que su verdadera identidad se conociera sólo después de su fallecimiento.
El 7 de noviembre de 1933, escribió: “Primero- soy nacido en Toulouse el día 11 de diciembre de 1890 y soy hijo de Berthe Gardes.- Segundo– Hago constar expresamente que mi verdadero nombre y apellido son Carlos Romualdo Gardés, pero con motivo de mi profesión de artista, he adoptado y usado siempre el apellido ‘Gardel’ y con este apellido soy conocido en todas partes. Asimismo hago constar que las cuentas que tengo en los Bancos, expresamente el Banco de la Nación Argentina así como mis títulos de propiedad y demás papeles figuran invariablemente a mi nombre y apellido de adopción o sea Carlos Gardel”
Pese a la contundencia del texto escrito de su puño y letra, durante décadas se puso en duda la autenticidad, legalidad y veracidad del documento. Finalmente, en 2003 los peritos Raúl Torre [3] y Juan Fenoglio [4] expusieron en el Congreso “Quién es Gardel?” el resultado de sus estudios: El documento no presenta raspaduras ni enmiendas y fue escrito por una misma persona, cuya grafía se condice con cartas personales y cheques de Carlos Gardel. Estos resultados fueron plasmados en textos altamente esclarecedores [5] de los que reproducimos las frases concluyentes:
•Mediante los estudios realizados en el testamento de Carlos Gardel no se percibió ningún tipo de alteración física o química, a excepción del tachado (salvado inmediatamente) en la frase “…a mi nombrada madre Berthe Gardes…” (pág. 116)
•Como resultado se presentaron notorias coincidencias entre los términos comparados, que denotaron en principio una misma personalidad escritural.
•Practicado posteriormente el análisis intrínseco, que pormenoriza los pequeños y minuciosos detalles de la elaboración del manuscrito, se percibieron los hábitos comunes y artificios usuales, que permitieron arribar a la conclusión que los términos comparados (testamento y documentos indubitados), corresponden a la escritura del puño de la misma y única persona. (pág. 117)
•La rúbrica que suscribe el testamento, en comparación con las otras ofrecidas, han arrojado plena correspondencia. Obviamente existen algunas mutaciones en la historia escritural de Carlos Gardel, pero no han sido obstáculo para esta aseveración.
Pág. 1 de la protocolización del testamento de Gardel. Fuente: Todo Tango |
Gardel tenía propiedades en Uruguay y, por lo tanto, se dio inicio a los trámites correspondientes en aquel país. El 31 de marzo de 1936 el juez letrado de Primera Instancia en lo Civil de Primer Turno de Montevideo, Dr. Francisco Jurdi Abella, declaró abierta la sucesión de Carlos Romualdo Gardés, Carlos Gardés o Gardel y procedió a la publicación de los edictos de rigor:
“JUZGADO L. DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL DE PRIMER TURNO
Apertura de sucesión
Como vemos, ni Argentina ni Uruguay tuvieron dudas que se trataba de una misma persona.
Francia tampoco. El Consulado había respondido a las solicitudes rioplatenses certificando la partida de nacimiento de Charles Romuald Gardés y el 26 de noviembre de 1936 reconoció los derechos sucesorios de su madre, Doña Berta Gardes, la única persona que se presentó en todos los casos como heredera de los bienes del artista y de los derechos económicos derivados de sus grabaciones y películas.
EL APELLIDO “GARDEL”
El reemplazo del apellido "Gardes" o "Gardés" por "Gardel" se produjo de manera paulatina.
El primer documento que conocemos firmado por “Gardel” es el contrato con el sello discográfico “Columbia”, fechado el 2 de abril de 1912[7]. En consecuencia, la etiqueta de los discos y publicidades lo nombrarán con este apellido.
El 28 de marzo de 1913 la revista Fray Mocho publicitaba cuatro de esos discos con una foto de “Carlos Gardel, tenor”, de inconfundible parecido a la que hacia 1906 “Carlos Gardes” había dedicado a su amigo Pedro Guzzati.
Un acercamiento a ambas imágenes permite apreciar mejor el parecido entre el quinceañero Gardes y el veinteañero Gardel.
Los artículos periodísticos compilados por Hamlet Peluso y Eduardo Visconti en “Carlos Gardel y la Prensa Mundial. Crónicas, comentarios y reportajes de su época”[8] muestran que a comienzos de su carrera utilizaba Gardes y Gardel indistintamente. Los correspondientes a la gira realizada en 1913 por el interior de la provincia de Buenos Aires mencionan al trío “Gardes-Martino-Razzano”, hasta convertirse en “Gardel-Martino-Razzano”, aunque no abruptamente.
Veamos cómo lo presentaban los diarios de las distintas ciudades:
1- San Nicolás, julio de 1913: Carlos Gardes
2- Pergamino, 26 de julio de 1913: Carlos Gardes
3-Rojas, 11 de agosto de 1913: Carlos Gardes
4-Mercedes, 26 de agosto de 1913: Carlos Gardel
5-Chacabuco, 6 de septiembre de 1913: Carlos Gardel
6-Alberti, 11 de septiembre de 1913: Carlos Gardel
7-Bragado, 17 de septiembre de 1913: Tres semanas después de la primera mención a “Gardel”, el diario de Bragado lo nombra “Gardes”, apellido utilizado al comienzo de la gira.
8- General Vialmonte, 18 de septiembre de 1913: En el último artículo de la gira de ese año, la prensa lo menciona “Carlos Gardel”. A partir de entonces, con la difusión de los discos grabados el año anterior, su apellido artístico desplazará al de nacimiento.
El uso indistinto de ambos apellidos demuestra la imposibilidad de que fueran dos personas diferentes y que el uruguayo haya sustituido al francés sin que nadie lo notara. Tan imposible es, que en la libreta destinada a las crónicas de su gira, el cantor hizo imprimir su apellido artístico “Gardel” y en la primera página pegó prolijamente un suelto que lo nombraba “Gardes”.
También la Policía de la Provincia de Buenos Aires tenía en claro que Gardés o Gardes había modificado su apellido y cuando en 1915 gestionó su cédula de identidad a nombre de “Carlos Gardel”, dejó constancia de la detención de Carlos “Gardez” o “Gardes” por fugarse de su hogar en 1904.
La mención era inevitable: El joven registrado “Gardez” (que firmó “Gardes”) había estampado sus huellas dactilares, novedoso procedimiento que disiparía toda duda de identidad frente la alteración del apellido u otros datos filiatorios. Por este motivo, los estudios comparativos con las del pasaporte de “Gardel” de 1923 realizado por los mencionados Dres. Juan José Fenoglio y Raúl Osvaldo Torre constituyeron otra importante prueba al determinar, una vez más, que el cantor “uruguayo” Carlos Gardel era aquel niño nacido en Francia.
Documentos de "Gardes" o "Gardez", 1904 y de "Gardel", 1923 utilizados para el estudio comparativo de las huellas dactilares |
Estudios comparativos de las huellas de "Gardes, o Gardez 1904" y "Gardel, 1923", realizado por los Dres. Torre y Fenoglio. |
En síntesis, dicen y demuestran que el francesito y el uruguayo fueron una misma persona:
1) En 1913, la prensa bonaerense y el mismo Gardel.
2) En 1915, la Policía de la Provincia de Buenos Aires, al incluir la detención de “Carlos Gardez, francés” (quien firmó “Gardes”) en el expediente de “Carlos Gardel”;
3) En 1933, Carlos Gardel en su testamento ológrafo;
4) En 1935, la Justicia Argentina durante el Juicio Sucesorio;
5) En 1936, la Justicia Uruguaya durante el Juicio Sucesorio;
6) En 1935 y 1936, la República Francesa a través de sus Consulados;
7) En 1946, 1947, 1949, 1951 y 1953, José Razzano, testigo del acto de 1920.
8) En 2005, los peritos Torre y Fenoglio en la Revista de la Policía Federal y en el libro “Investigación Criminalística sobre Carlos Gardel”.
¿Qué parte no se entiende?
Ana Turón
Colaboración: Georges Galopa – Norberto I. Regueira
Azul, mayo 29 de 2020
REFERENCIAS
[1]
Ver: “Carlos Gardel, encuadre Histórico*” (2da Ed. Corregidor, 2003), “Carlos
Gardel. Sus antecedentes franceses**” (Corregidor, 2006), “Tango, Vigencia y
Crepúsculo*” (Ed. Corregidor, 2007), “Carlos Gardel, controversia y punto
final**” (Ed. Corregidor, 2010), “Al rescate de Carlos Gardel***” (Ed.
Corregidor, 2012), “El padre de Gardel**” (PROA AMERIAN Editores, 2012) y “El
desamparo del joven Gardes***” (PROSA AMERIAN Editores, 2013).
*De su sola
autoría -**En coautoría con Georges Galopa y Monique Ruffié - ***En coautoría
con Georges Galopa
[2]
ESTEBAN, Juan Carlos: “Invalidez
de la Documentación uruguaya de 1920”
[3]
Raúl Osvaldo Torre es Ph D en Policía Científica, profesor de la Universidad de
Morón, del Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina, de la
Universidad del Aconcagua, de la Universidad Nacional de San Martín, del I -
Salud Instituto Universitario y de la Universidad FASTA
[4]
Juan José Fenoglio es médico (especialista jerarquizado en Medicina Legal),
profesor universitario en la Escuela de Policía Juan Vucetich, en la
Universidad de Morón y en la Universidad del Aconcagua.
[5]
“Policía y Criminalística” Revista de la Policía Federal Argentina N° 16, Vol.
362. Bs. As., 2005 e “Investigación Criminalística sobre Carlos Gardel”, Ed.
DosyUna. Bs. As., 2005
[6]
DEFINO, Armando. “Carlos Gardel. La verdad de una vida” (Cia. Fabril Editora,
Bs. As., 1968)
[7] Ver
BENEDETTI, Héctor Ángel: “Gardel en 1912”. (Ed. De la rue du Canon d’Arcole,
2005)
[8]
Ed. Corregidor, 1991 y 1998