Y TE FUISTE A PARÍS (Repartí un poco)
Yo estuve en el puerto la mañana aquélla,
Cuando te embarcaste con rumbo a París
Llevando en tus ojos un fulgor de estrellas
Que fosforescían bajo el gacho gris.
Y me daba bronca verte tan contento
Porque te reías en vez de llorar
Porque no dejaste oír un lamento
De gorrión que quiere y no puede volar.
Pero te esperaban Francia,
Bulevares de París,
Que también tienen derecho
A tenerte por allí.
Y te fuiste una mañana
En que yo te vi partir,
Con un triunfo en la mirada
Y otro triunfo al sonreír.
Aquí los muchachos tenemos un chucho
Sin una noticia, no queremos creer
Qué pasa por Francia? Ya aguantamos mucho
Repartí un poquito, no pensás volver?
Una escapadita para verte, hermano,
Para ver la barra de nuevo feliz
Total, con un viaje quedás mano a mano
Con tu Buenos Aires y con tu París.
(Letra y música: Eduardo « Chon » Pereyra)
“La mañana aquélla, cuando te embarcaste con rumbo a París” nos remite al 26 de octubre de 1927, día en que el “Conte Verde” soltó amarras a las 10:30, ya que los otros barcos en que viajó Gardel zarparon en horas de la noche[1].
Durante los ocho meses de estadía en
Europa -hasta su regreso en
junio de 1928-,
Gardel permaneció la mayor parte del tiempo trabajando en España, salvo breves escapadas
a Francia, una de ellas para firmar su primer contrato con Paul Santolini.
Frente a esta circunstancia, diríase que
el tango no se ajusta a los hechos históricos sino que el autor reemplazó
“España” por “París” por su mayor musicalidad y facilidad de rima o tal vez por
simbolizar del éxito y la exquisitez, en un presagio poético que poco después
se cumpliría.
Ahondando un poco más, constatamos que
en 1928 solo permaneció tres meses en Buenos Aires y el 12 de septiembre
volvió a embarcar, esta vez sí, con rumbo a París. Este viaje tuvo una
importante repercusión mediática que retribuyó con un simpático
autógrafo:
“El
piróscafo me lleva hasta la villa donde impera Chevalier y como criollo hoy
parto a conquistar ese país ‘bacán y copero’, con nuestro gotán porteño.
Hasta
luego muchachada posta de mi Buenos Aires querido.
Para
‘Crítica’, a bordo del Conte Verde.
Carlitos
Gardel.
12-9-1928”
Buenos Aires seguía paso a paso sus
éxitos en los teatros Fémina, Ópera y Empire de París entre
otros escenarios y aquellos triunfos eran el tema de conversación predilecto en
el ambiente artístico.
En este contexto, me atrevo a suponer que “Y te fuiste a París” fue escrito entre septiembre de 1928 y junio de 1929 y que el autor atribuyó a este viaje la despedida del año anterior. Esto explica el “Ya aguantamos mucho… ¿No pensás volver?” reforzado por el pedido de “Una escapadita para verte, hermano”.
Gardel regresó de ese viaje y emprendió
otro, y luego otro y otro más. Europa le quedaba chica y en diciembre de 1933
echó anclas en Estados Unidos, donde en 1934 filmó dos películas[2].
Buenos Aires lo escuchó en una
transmisión radial de desde Nueva York (¡!) donde participaron el Cónsul
argentino García Peña y el cineasta Cecil B. de Mille.
Sus hazañas artísticas llegaban hasta el
Abasto y se rumoreaba un viaje a Hollywood[3].
Las noticias acrecentaban su genio y su
figura.
Entre las manifestaciones de afecto y
del orgullo del “yo lo conozco de antes”, la orquesta de Francisco Lomuto[4]
lo inmortalizó en el disco con la voz de Fernando Díaz el 29 de noviembre,
cuando Gardel se aprestaba a filmar los sketchs de “Cazadores de Estrellas”,
revista en la que participaban las figuras más destacadas de la época.
*No hay indicios de que Gardel tuviera
conocimiento de este tango;
*La única grabación que se conoce data
de noviembre de 1934;
*En los testimonios de Pereyra recogidos
por Orlando del Greco no hay alusión a que se haya inspirado en Gardel, pese a
que el retrato no deja lugar a dudas y que en Buenos Aires no era ningún
secreto.
*El registro en SADAIC se realizó recién
el 10 de mayo de 1940.
Captura de pantalla de la página de SADAIC |
Curiosamente, “Y te fuiste a París” no se encuentra en muchas antologías de letras de tango ni sitios de Internet especializados que solo publican la primera parte (seguramente extraída del disco de Lomuto donde se omiten las dos últimas estrofas).
Sin embargo, esos versos retratan fielmente a Gardel y sus éxitos europeos y constituyen un valioso testimonio del cariño y la admiración que despertaba en sus colegas mucho antes del accidente de Medellín.
Ana Turón
FUENTES CONSULTADAS:
Libros:
MORENA, Miguel Ángel. Historia Artística de Carlos Gardel. Estudio Cronológico. Edición Definitiva (Corregidor, 2008)
PELUSO, Hamlet – VISCONTI, Eduardo.
Gardel y la Prensa Mundial (1991)
Internet:
Archivo Personal.
[1] El 17 de octubre de 1925, Gardel embarcó en el Principessa Mafalda con rumbo a España.
El 12 de septiembre de 1928 a las 0:15, embarcó en el Conte Verde con rumbo a París
El 6 de diciembre de 1930 a las 22:00, el “Conte Rosso” lo llevó rumbo a Francia
El 28 de octubre de 1931 a las 22:00 nuevamente embarcó en el “Conte Rosso”.
El 7 de noviembre de 1933 a las 22:00, se fue por última vez de Buenos Aires, a bordo del “Conte Biancamano”
[2] En 1934 filmó“Cuesta Abajo” y “El Tango en Broadway”
[3] Si bien la revista “Cazadores de Estrellas” se filmó en Hollywood, los dos sketchs de Gardel se rodaron en Long Island.
[4] Francisco Lomuto era amigo de Gardel desde sus andanzas juveniles en tiempos de Razzano. Cabe suponer que pudo ser suya la iniciativa de grabar este tango al que el propio autor no parece haberle encontrado méritos.
[5] En SADAIC solo encontramos estas letras de autoría de Eduardo Pereyra (la fecha corresponde al registro, no necesariamente a la creación):
Historia Maleva (1933)
Indiano (1935)
Amor de un día (1937)
Y te fuiste a París (1940)
La fulana (1941)
Remolienda (s/f)
Tarmaleno (s/f)
Que seas muy feliz (s/f)